jueves, 18 de noviembre de 2010

Mi primera vez...

Aún recuerdo mi primera vez, mi primera entrevista de trabajo. Fue hace un par de años y el cargo a ocupar era el de dependienta de Pimkie. Días antes a esta entrevista, me llamaron por teléfono con el fin de fijar la cita. Esto fue posible gracias a que yo había repartido mi currículum por algunas tiendas de un centro comercial de mi ciudad, aunque no precisamente a esta tienda, pero una de las tiendas les facilitó mi currículum.



La verdad es que no estaba muy entusiasmada con la idea, ya que la tienda no va para nada conmigo. De todos modos, acepté acudir a la entrevista, al fin y al cabo un trabajo es un trabajo. 

En cuanto a la entrevista, fue un rotundo desastre. Las preguntas que me formularon me dejaron de estúpida para arriba, los nervios no ayudaron y mi inexperiencia menos. Así que como era de esperar, no me contrataron.

En cuanto a la segunda entrevista a la que he acudido, fue un poco mejor. En este caso se trataba de la tienda de ropa íntima Intimissimi. La forma de concertar la cita fue a través del currículum que les entregué en la tienda.

El día de la entrevista fue un día nervioso, o más bien era yo la que estaba nerviosa. Preparé mi vestuario a conciencia, ya que el puesto era de cara al público y quería mostrar mi mejor cara ante la persona que iba a decidir si me contrataba o no. Las preguntas fueron de lo más variadas: sobre mis aptitudes, sobre mis conocimientos sobre el establecimiento, mi disponibilidad… La verdad es que en esta ocasión salí un poco más contenta de la entrevista, sentía que había conectado con mi entrevistadora y con lo que ella buscaba, pero del mismo modo que ocurrió con la anterior entrevista, no fui la persona elegida.



En resumen, dos entrevistas, dos rechazos. Esperemos que a la tercera vaya la vencida, que sea para un puesto acorde con mi preparación y que me coja mejor preparada.